REIKI Y CANCER
El cáncer es una mutación del código genético de determinadas células debido a una depresión del sistema inmunitario que es incapaz de mantener la integridad energética en el sistema energético de la persona afectada.
Algunos tipos de cáncer son la analogía de la somatización de un conjunto de traumas de soledad y abandono, otros son debidos a la influencia del estrés en el sistema inmunitario como hemos indicado antes, otros debidos a un mal procesamiento de las emociones y otros a unas tendencias kármicas generadas o heredadas que traemos de otras vidas.
El Reiki es una terapia de aportación de luz (vibraciones de altas frecuencias) a la estructura energética del paciente que se dirige a incidir en estas causas para hacer que pierdan su capacidad traumática para somatizar en enfermedades, y contiene diferentes herramientas para procesar las emociones negativas y las situaciones traumáticas archivadas en nuestra biografía oculta, entendiéndolas, comprendiéndolas y aceptándolas e iluminándolas con la luz de la conciencia.
Las técnicas del Reiki no enfatizan en la sintomatología sino que se dirigen directamente al origen de los núcleos potencialmente dañinos para desactivar la carga energética negativa y neutralizar su capacidad perjudicial despertando y activando al sanador que todos llevamos dentro que es nuestro Yo superior que sabe y que hace comprender a nuestro Yo inferior las causas de nuestras desarmonías y enfermedades.
La enfermedad es el propio enfermo y también en el están la mayoría de las claves de su sanación, y la labor del terapeuta es descubrir esto, desvelar al enfermo su Yo superior en todo su esplendor y desplegar toda su capacidad sanadora aportando luz a su estructura energética.