Las funciones más importantes de las articulaciones son de constituir puntos de unión entre los componentes del esqueleto (huesos, cartílagos y dientes) y facilitar movimientos mecánicos (en el caso de las articulaciones móviles), proporcionándole elasticidad y plasticidad al cuerpo.
El dolor articular está entre los tipos más frecuentes de dolor en el ser humano.
Las principales causas de dolor son traumatismo y artritis aguda y crónica. Generalmente, el dolor articular se asocia con perturbación de la función de la articulación, desde restricción en los movimientos hasta incapacidad. Las causas más frecuentes del dolor articular son la artritis, artrosis o el reuma, aunque también se produce por otros motivos y puede verse incrementado por factores externos al organismo. En muchos casos, no resulta posible eliminar por completo estos dolores y no hay una curación posible, pero lo que sí se puede hacer es llevar a cabo determinadas acciones que ayuden a reducir el dolor.
La medicina natural cuenta con multitud de productos que ayudan a evitar la degeneración de las articulaciones, en otros casos evita que la degeneración de las articulaciones siga avanzando, así como a mejorar los síntomas de aquellas que han sufrido desgaste con el paso del tiempo.